Seguro que has oído alguna vez términos como “gatunizar” o “cat friendly” para referirse a cómo debe ser la casa donde vive un gato. Nosotros te proponemos otro que creemos que define perfectamente lo que debemos hacer para que nuestro hogar sea lo más agradable posible para nuestros gatos: “catquitectura”.
¿Puede una casa moderna normal ser un lugar donde nuestro felino desarrolle todas sus conductas innatas y no tenga problemas por ver restringidos sus instintos? La respuesta es sí, pero tenemos que poner de nuestra parte: la manera que tiene un gato de entender su entorno es muy diferente a la que tenemos nosotros. No podemos “humanizar” a nuestro compañero de cuatro patas, porque estaremos perjudicando su bienestar tanto físico como mental.
¿Cuáles son los primeros pasos para gatunizar tu hogar?
Un gato que vive en una colonia felina en libertad o tiene acceso frecuente al exterior suele cubrir por sí mismo todas sus necesidades comportamentales: deambula marcando su territorio, caza pequeñas presas en diversos lugares, escoge dónde hacer sus necesidades, se relaciona o evita la relación con sus congéneres y otras personas o animales… Es cierto que todo tiene sus pros y sus contras y que un gato que lleva esta vida puede herirse en peleas o contraer parasitosis u otro tipo de enfermedades, pero sus necesidades etológicas están perfectamente cubiertas.
Pero cuando un minino vive dentro de casa y apenas sale al exterior tiene mucho más difícil dejar fluir sus instintos y tenemos que ayudarle para que su equilibrio físico y mental se mantenga. Ahí es cuando hay que poner especial cuidado en gatunizar nuestro hogar. ¡Ojo! Gatunizar no consiste solo en poner una percha y un rascador en el salón, hay mucho más.
Para empezar, hay que colocar el alimento, el agua y los areneros estratégicamente distribuidos por la casa y nunca todo junto en el mismo lugar (¿tú comerías en el cuarto de baño?). A ser posible, dos de cada para un solo gato; si hay más de un gato en casa la norma debe ser uno de cada por gato y uno más. De esta manera, cuando hay más de un gato se evitan enfrentamientos y, en todos los casos, los felinos pueden escoger el lugar que les parezca más agradable de los que les ofrecemos y explorar su territorio. Es más, puedes introducir de vez en cuando un bol o un arenero nuevos en otra parte y ver si tu minino los utiliza más habitualmente que los demás. Si hay algún bol de comida o agua o algún arenero que nunca usa, seguramente no está en el sitio adecuado.
Un paso más en la gatificación de tu hogar: catquitectura
Ya está hecho lo más sencillo, ahora toca lo más espectacular: convertir tu casa en un territorio donde tu gato pueda ejercitarse físicamente, trepar, vigilar desde lo alto, moverse en busca de su alimento y agua, cazar (vale, en realidad jugar, pero en un gato ambas cosas cubren la necesidad de liberar su instinto predador), marcar con sus arañazos, esconderse cuando no quiera ser molestado…
Puedes adquirir productos comerciales muy interesantes, como perchas, rascadores y muebles especialmente diseñados, o puedes ponerte manos a la obra y construirlos tú. Unas cuantas estanterías estratégicamente colocadas (ve preparando el taladro y la llave Allen) convertirán un piso totalmente gris y aburrido para tu gato en un territorio excitante y lleno de desafíos que lo mantendrán ágil y mentalmente activo. Puedes ver ideas alucinantes en los hashtags de Instagram #gatificar y #gatificación, por ejemplo.
Cuando introduzcas todos estos elementos, recuerda que a los gatos no les gustan los cambios en su entorno: ve poco a poco y utiliza Feliway, que te ayudará mucho a darle seguridad y bienestar a tu minino.
Gatunizar tu casa también es evitarle peligros a tu gato
Mucho cuidado con cables, adornos con elementos pequeños que el gato pueda tragar o aspirar, etc.
Además de crear un ambiente adecuado para que el felino desarrolle sus instintos naturales, hay que tener en cuenta que una vivienda contiene muchos elementos peligrosos para un gato: enchufes donde meter la nariz o la lengua, cables eléctricos que morder, adornos con piezas pequeñas que se pueden tragar o aspirar accidentalmente (ten precaución sobre todo en épocas como la Navidad, en la que puedes llenar la casa de trampas y peligros para tu compañero de cuatro patas sin darte cuenta…), etc. Tapa enchufes, deshazte de juguetes o adornos con piezas pequeñas, no dejes lámparas o electrodomésticos enchufados con el cable accesible para el gato… ni jarrones que puedan caerse “accidentalmente”.
Ponte manos a la obra, porque seguro que te diviertes con el proceso de gatunización de tu casa y, cuando acabes, verás como tu gato se lo pasará “en grande”.
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